La población desplazada por la violencia colombiana quiere mejorar sus condiciones de vida ya que el problema actual no es de pocos sino de todos los que habitamos este país. Consideramos que estas personas deben ser tratadas en igualdad de condiciones, ya que por haber sido formadas en el campo no se pueden considerar peores o inferiores. Puede que no hayan obtenido la misma calidad de educación y de vida pero están enterados de las consecuencias que puede traer su condición actual en el desarrollo del país.
Gran parte de los desplazados son niños y jóvenes, que no están recibiendo educación alguna. Que estén pasando hambre y frió, ha provocado enfermedades que no se pueden enfrentar sin la ayuda de medicamentos o personas especializadas que colaboren. Los niños ya no tienen infancia, les tienen que enseñar a trabajar desde temprana edad debido a que lo que se recoge diariamente a punta de limosna no es suficiente para darles las tres comidas, y mucho menos alcanza para comprar remedios. Ellos pueden trabajar, estudiar y pueden ser efectivos para la evolución del país, pero necesitan ayuda.